Autor: Pablo J. Ginés
Anna Marie McGuan entró en 2003 en el Instituto de las Religiosas Hermanas de la Misericordia de Michigan, una refundación modernizada de las Hermanas de la Misericordia. En 2011 profesó sus votos perpetuos. Estudió en la Universidad de la Santa Croce en Roma, también en el Instituto Bíblico Pontificio, sirvió un tiempo en Knoxville como directora de formación cristiana y desde 2020 está en Edimburgo, Escocia, como catequista, a menudo trabajando con jóvenes y también con vídeos de formación espiritual que han ayudado a muchos durante la pandemia.
Nada de todo esto lo podía prever de niña ni en su primera juventud, cuando se consideraba atea.
A los 7 u 8 años, tenía muy claro que quería ser oficial del ejército y estudiar en West Point, la academia militar de élite. «Lo había visto en una postal y me intrigó», recuerda.
Aunque era de familia católica, a los 10 años dejó de creer…