La liturgia de la Iglesia está repleta de cosas extrañas y maravillosas. Miremos, por ejemplo, cómo empieza la Iglesia todos los días su oración oficial de laudes, oficio de lecturas, hora intermedia, vísperas y completas (excepto la primera hora del día):
-Dios mío, ven en mi auxilio.
-Señor, date prisa en socorrerme.
Muchos lectores habrán repetido tantísimas veces esas palabras que su cerebro ya ni siquiera las procesa al pronunciarlas, pero lo cierto es que resultan muy llamativas. Todos los días (y varias veces cada día) empezamos nuestra oración diciendo a Dios que se dé prisa. ¿No son demasiadas prisas? Alguna vez sería comprensible, por tratarse de una urgencia especial, como una enfermedad terminal, extrema necesidad o un peligro de muerte, pero ¿todos los días? ¿Una urgencia habitual? Parece un poco exagerado.
Como suele suceder, sin embargo,…
Autor: Bruno Moreno
Los hallazgos científicos que sugieren su autenticidad como reliquia de la Sábana Santa de Turín
Los partidos políticos españoles no quieren a los provida cerca de los abortorios. Les hemos hecho daño y van a por nosotros….seguir leyendo
Ex ateos que comprobaron que Dios, tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros
Muchas veces Dios espera y actúa sobre nosotros a través de terceras personas o sucesos que pueden parecer muy sencillos y no llaman nuestra atención. Y en realidad, su plan…
Encontraron en Dios, la libertad y paz interior que tanto necesitaban
Los mensajes de Dios llegan en el momento menos esperado. Aunque muchas veces, hemos escuchado historias de conversión precedidas por fuertes acontecimientos, como accidentes o enfermedades, también existen conversiones, gracias…