Autor: ReL
El primer Cursillo de Cristiandad, reconocido específicamente como tal, se celebró del 7 al 10 de enero de 1949 en el monasterio de San Honorato de Randa, Mallorca. Desde entonces, se han celebrado unos 10.500 Cursillos de Cristiandad en España, por los que han pasado más de 250.000 personas. Hoy este movimiento está activo en 57 diócesis españolas, cada una con su escuela de dirigentes que quieren llevar el amor de Dios a quienes aún no lo han experimentado.
Cursillos es una de las realidades eclesiales evangelizadoras más vivas en España, como se ha constatado este pasado fin de semana en Toledo, en su 8ª Ultreya Nacional, que congregó a 1.300 cursillistas llegados de 42 diócesis, desde Galicia a Canarias, de Bilbao a Ceuta.
En el acto inicial el sábado estuvieron presentes Francisco García Magán, obispo auxiliar de Toledo, Gumersindo Sánchez, presidente de Cursillos de Cristiandad Toledo y Álvaro Martínez, presidente nacional del movimiento. El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, que es consiliario nacional del movimiento (sobre el que escribió una tesis) no pudo estar presente en ese momento porque presidía en Sevilla las exequias por su predecesor el Cardenal Carlos Amigo, aunque hizo llegar un mensaje de ánimo y celebración.
Una plaza de toros iluminada con velas
La noche del sábado se vivió un momento de especial intensidad con una vigilia de adoración al Santísimo, meditando el lema del encuentro: “Volvamos a Galilea”. La plaza de toros donde se celebró se iluminó únicamente con las velas que portaban los cursillistas, símbolo de su renovado espíritu misionero.
Los laudes del domingo los presidió el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, quien señaló que «la Iglesia tiene que caminar junta y unida, como Cursillos».
Álvaro Martínez, presidente nacional de Cursillos, advirtió que en ese camino «de vuelta a Galilea» está la cruz, sus dificultades, pero «también las semillas de vida que, como comunidad cristiana, se ven dentro de Cursillos». Varios cursillistas dieron su testimonio para alentar a los asistentes en la evangelización y la vida cristiana.
Este encuentro nacional fue clausurado con la Eucaristía presidida por el arzobispo José Ángel Saiz Meneses, que explicó que el llamado de «volver a Galilea» significa «seguir acogiendo con temor y temblor el carisma que nos ha sido entregado y tener conciencia de la importancia de la dimensión comunitaria y eclesial, y de la llamada a la santidad». Volver a Galilea es tener, subrayó, «actitud de precursor» como Juan Bautista, «en la sociedad del siglo XXI, tan necesitada de alegría y esperanza, tan sedienta de fe y de amor».
Vídeo del primer día de la 8ª Ultreya Nacional de Cursillos de Cristiandad en España
Vídeo del segundo día de la 8ª Ultreya Nacional de Cursillos de Cristiandad en España