Autor: redaccioninfovaticana
(Riccardo Cascioli/La Brújula Cotidiana)– Han pasado cuatro meses desde la invasión rusa de Ucrania: la intención era ser una guerra relámpago y ahora promete durar años, según cuentan los propios protagonistas. Rusia no tiene intención de detenerse hasta lograr su objetivo; por otro lado, la OTAN está decidida a hacer todo lo posible para derrotar a Putin. Y cada vez más países se ven involucrados de alguna manera. La perspectiva es cada vez más preocupante y recuerda la profecía de la Virgen de Civitavecchia sobre el riesgo de una guerra nuclear mundial entre Occidente y Oriente, que se puede evitar en estas condiciones…
Han pasado exactamente cuatro meses desde aquel 24 de febrero cuando, a las 5 de la mañana, el primer bombardeo ruso inició la invasión de Ucrania. La intención era ser una guerra relámpago para asegurar el control del Donbass, hacerse con el…