Hay momentos en la vida en los que la ironía se despliega ante nosotros como una bofetada inesperada, dejando un amargo sabor en la boca. Ayer, en misa, viví uno de esos momentos. Durante la distribución de la comunión, se cayó al suelo una Sagrada Forma. Fue un accidente, de esos que pueden ocurrir, pero lo que vino después es lo que realmente duele.
Cuando terminó la celebración, me acerqué al sacerdote con una duda, quizás ingenua para los tiempos que corren. Le pregunté si tenía intención de recoger los posibles restos que pudieran haber quedado en el suelo y de purificarlos, como manda la Iglesia. Su respuesta fue una burla, acompañada de un gesto despectivo: «¡Qué tontería más grande!» Me quedé atónito, con esa mezcla de incredulidad y tristeza que solo provoca la falta de reverencia hacia aquello que más debería importar.
Mientras volvía a casa, no…
Autor: Jaime Gurpegui
Jacinta Marto, la pastorcita que nos enseña el valor del sacrificio
El 20 de febrero se cumplió el centésimo aniversario de la muerte de Santa Jacinta Marto, la pastorcilla de Fátima fallecida en Lisboa con sólo diez años. Todos conocemos la …
Cómo afirmar la veracidad de los evangelios
Hay una técnica muy utilizada por los detectives para encontrar información que les ayude a armar el cuadro completo de una escena, es el Soporte Involuntario entre Testigos. Esta técnica…
¿No crees que exista el infierno?… Un exorcismo real es llevado al cine en forma de Documental
El director de la película “El Exorcista” William Friedkin presenta un documental con Exorcismo reales. En abril del 2018 se estrenó uno de los documentales más impactantes en la historia del