Tenemos un gravísimo problema de natalidad. Y ya se ve. Antes avisaban los expertos y nos mostraban pirámides tambaleantes y nos hacían cuentas de reemplazo un tanto abstractas. Ahora son colegios sin alumnos en nuestras ciudades. Y se irá extendiendo a los institutos, a las universidades, al empuje laboral de una juventud precaria, etc. Acabará, antes que tarde, en las pensiones suspensas. Entonces, los jóvenes serán menos y su voto pesará poco, mientras que los pensionistas elegirán gobiernos elefantiásicos que habrán de mantenerse y aumentar las pensiones con el dinero extraído a los jóvenes menguantes. Se auguran conflictos generacionales de entidad.
Se nota que se avecinan todos estos problemas porque la opinión pública, que es lenta y distraída, empieza a preocuparse. Pregunta a los expertos qué se podría hacer. Unos dicen una cosa y otros otra, según sus…
Autor: Enrique García-Máiquez
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