Cortesía de la edición española de Magníficat
Por David Amado Fernández
Hoy fijamos nuestra mirada en la cruz, porque en ella estuvo clavado nuestro Salvador. En nuestro tiempo es un mensaje no solo difícil de comprender, sino también de aceptar. ¿A quién puede interesarle un Dios que se deja maltratar de esa manera?; ¿es esa su respuesta al mal que hay en el mundo? Y ¿qué tiene que ver la crucifixión y muerte de Jesús conmigo?
Para los creyentes, en palabras del papa Francisco, «la cruz es el sentido más grande del amor más grande, el amor con el que el Señor quiere abrazar nuestra vida». También Benedicto XVI animaba a contemplar a Jesús crucificado con una mirada profunda para, decía él, descubrir que la cruz es «el signo luminoso del amor, más aún, de la inmensidad del amor de Dios, de aquello que jamás habríamos podido pedir, imaginar o esperar». Y…
Autor: redaccioninfovaticana
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