Hace unos días hablamos de la Edad de Oro del islam, de cómo la apertura hacia el conocimiento proveniente de otras culturas, como la griega, fue clave en el progreso de la sociedad islámica de los siglos VIII-XIII. Personajes como Al Juarismi y Al Kindi dejaron numerosos tratados de aritmética, geometría, geografía, astronomía, meteorología y medicina.
Otro grande fue Al-Farabi, autor de 117 obras científicas, filosóficas y sociológicas, e incluso sobre música. Después de él vino Avicena, cuyo Canon de la Medicina fue un referente durante siete siglos. Además, en su obra Kitab al-Shifa, Avicena desarrolló la tesis de Al-Farabi de que el principal tema de la metafísica de Aristóteles es el ser, y distingue entre el ser contingente y el necesario, lo cual será desarrollado en mayor profundidad por Santo Tomás de Aquino en sus vías para demostrar la existencia de…
Autor: Ciencia y fe en diálogo
La Nueva Era, una secta de cuidado
El reiki y la Nueva Era (New Age), se han extendido cada vez más por la sociedad buscando el bienestar físico y mental que producen. Conoce todos los detalles y…
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…
Jacinta Marto, la pastorcita que nos enseña el valor del sacrificio
El 20 de febrero se cumplió el centésimo aniversario de la muerte de Santa Jacinta Marto, la pastorcilla de Fátima fallecida en Lisboa con sólo diez años. Todos conocemos la …