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, 01 Jun. 22 (ACI Prensa).-
A una semana de la masacre que acabó con la vida de al menos 19 niños y dos maestras en Uvalde, Texas (Estados Unidos), la comunidad católica hispana, fuertemente golpeada por la tragedia, comenzó a dar el último adiós a las víctimas.
El primero de los 11 funerales católicos programados para la parroquia católica de Sacred Heart (Sagrado Corazón) se realizó el 31 de mayo. Fue el de la pequeña Amelie Jo Garza, de 10 años, quien recientemente recibió la medalla de bronce de forma póstuma por las Girls Scouts de Estados Unidos, por su valor durante el tiroteo.
De acuerdo a la prensa local, Amelie fue una de las primeras víctimas en recibir disparos, mientras llamaba al número de emergencias, 911, tratando de ayudar a sus amigos.
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