«¿Cómo puedes conocer a todos estos campeones? Chiesa, Chiellini, el entrenador Mancini….», preguntan asombrados los muchachos del Oratorio del Costone de Siena (Italia), una especie de club local fundado por un grupo de católicos.
El ponente es el padre Massimiliano Gabbricci, nacido en 1971 que tiene el aspecto y la teatralidad de un verdadero toscano. «De Siena por parte de padre y florentino por parte de madre, las dos ciudades donde crecí y cultivé la pasión por el fútbol y el baloncesto, antes de responder a la llamada del Señor«, dice en el congreso internacional «Poner la vida en juego», convocado por el Dicasterio vaticano para la Cultura y la Educación.
Tanta riqueza humana
Massimiliano es un pilar del Oratorio del Costone, el centro recreativo Pio II de Siena, pero también es la voz espiritual del fútbol italiano. «De 2006 a 2022 fui capellán de la…
Autor: Juan Cadarso
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