XIV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
El pasaje evangélico de este domingo, una de las páginas más intensas y profundas del Evangelio, se compone de tres partes: una oración («Te alabo, Padre…»), una declaración sobre él mismo («Todo me ha sido dado por mi Padre…») y una invitación («Venid a mí todos los que están afligidos y agobiados…»). Me limitaré a comentar el primer elemento, la oración, pues contiene una revelación de una importancia extraordinaria: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido».
Acaba de comenzar el Año Paulino y el mejor comentario a estas palabras de Jesús lo presenta Pablo en la primera carta a los Corintios: «¡Mirad, hermanos, quiénes habéis sido llamados! No hay…
Autor: Raniero Cantalamessa, OFM Cap

Continuar leyendo en: www.religionenlibertad.com
Informe anual Planned Parenthood USA 2020, indica que asesinó a 383.000 bebés en abortos
Lo llamemos como lo llamemos es un asesinato, un asesinato del que luego se aprovecha todo, sangre, vísceras etc. para diversas industrias. No, nos podemos quejar los humanos del siglo…
Hábitos del Padre Pío que todos los católicos podemos practicar
San Pío de Pietrelcina, más conocido como el Padre Pío, nos deja unos cuantos hábitos espirituales que necesitamos conocer para tener una vida más cercana a Dios. Continúa leyendo este…
Impresionantes evidencias de la presencia de Dios en el vino y el pan
Desde hace muchos años han ocurrido manifestaciones de Dios en el momento de la eucaristía. Se han desencadenado una serie de fenómenos, en diversos países de todo el mundo que…