XX Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo B)
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él» (Jn 6, 53-56).
El pasaje evangélico continúa la lectura del capítulo VI de Juan. El elemento nuevo es que al discurso sobre el pan Jesús añade el del vino; a la imagen del alimento, la de la bebida; al don de su carne, el de su sangre. El simbolismo eucarístico alcanza su culmen y su totalidad.
Dijimos la semana pasada que para entender la Eucaristía es esencial partir de los signos elegidos por Jesús. El pan es signo de alimento, de comunión entre quienes lo comen…
Autor: Raniero Cantalamessa, OFM Cap
Hábitos del Padre Pío que todos los católicos podemos practicar
San Pío de Pietrelcina, más conocido como el Padre Pío, nos deja unos cuantos hábitos espirituales que necesitamos conocer para tener una vida más cercana a Dios. Continúa leyendo este…
Las profecías de León XIII y su exhortación a rezar el rosario
El Papa León XIII escribió en muchas de sus encíclicas, entre ellas una que cumplió 130 años el pasado 22 de septiembre, Octobri mense, la importancia de rezar el Santo Rosario…
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…