(Catholic Herald/Damian Thompson)-Esta semana, el cardenal Joseph Zen Ze-kiun, obispo jubilado de Hong Kong de 90 años, ha sido juzgado por el Tribunal de Magistrados de Kowloon como castigo por apoyar a los manifestantes prodemocráticos durante las protestas masivas que tuvieron lugar en Hong Kong. Fue detenido en mayo y, junto con otros cuatro fideicomisarios de un fondo de ayuda humanitaria, acusado de no registrar debidamente la organización.
Las posibilidades de que sea absuelto son escasas, por decirlo suavemente. Es la forma que tiene Pekín de confirmar que Hong Kong es ahora un estado policial. Ni siquiera un frágil y santo clérigo que camina con la ayuda de un bastón está seguro. Nadie lo está.
Cuando Zen fue detenido, Lord Patten, el último gobernador británico de Hong Kong, señaló que coincidía con el nombramiento del ex policía John Lee como jefe ejecutivo…
Autor: redaccioninfovaticana

Continuar leyendo en: infovaticana.com
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…
¿Cómo ayudar a las Almas de tu familia en el Purgatorio a llegar al Cielo?
“No basta ser santo ante los hombres, sino que hay que serlo delante de Dios. ¡Recen por mí!”. Palabras impactantes del Monseñor Marengo, Obispo de Carrara, a una religiosa de María Auxiliadora…
Los 18 beneficios de asistir a la Santa Misa
La misa es el encuentro con Dios Nuestro Señor, pero no sólo con Él, también con nuestro interior, haciendo que mejoremos cada día más como personas. Este encuentro con Nuestro…