Autor: ReL
El sabado fue beatificado en Módena el sacerdote Luigi Lenzini, a quien Francisco, al comentarlo en el Regina Coeli de la Plaza de San Pedro y pedir un aplauso para él, recordó como «mártir de la fe, asesinado en 1945 por señalar los valores cristianos como el camino más alto de la vida, en un clima de odio y conflicto en aquella época». El Papa pidió también «que este sacerdote, pastor según el corazón de Cristo y mensajero de la verdad y la justicia, nos ayude desde el cielo a dar testimonio del Evangelio con caridad y franqueza».
Un genocidio olvidado
Lo mismo había dicho en la catedral de Módena, al beatificarle en su nombre, el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos: don Luigi fue «un pastor bueno»: «Instruyó al pueblo cristiano con el catecismo de los niños y la enseñanza de la religión en el colegio, predicando en cada misa con…