Autor: Chus Villarroel, O.P.
Una mañana de 2013 tuve ocasión de tener una larga charla con este hermano, que hoy, en homenaje y recuerdo, hago pública para los que le interese.
Estábamos los dos enfermos en los dominicos de Conde de Peñalver. Yo, muy enfermo de cáncer. Él, sufriendo mucho de las piernas por aquellos días. Había pasado muchos años de misionero en Venezuela, a veces en sitios bien conflictivos. Fue hermano cooperador sin los estudios sacerdotales. Creo que tal como vino de su Extremadura, se fue al cielo. Le enterramos ayer por la tarde con 89 años.
Los dos enfermos fuimos los últimos que desayunamos aquella mañana en el refectorio del convento. Los demás ya hacía media hora que habían terminado laudes y, consumido un frugal desayuno, andaban dispersos en sus quehaceres. Mi compañero ya estaba tomando su tazón de leche migada, siguiendo la vieja costumbre de la aldea a pesar de tener ya ochenta…