, 26 Abr. 22 (ACI Prensa).-
En la Misa de envío de nuevos misioneros a la Amazonía del Perú, el presidente de la Conferencia Episcopal de Argentina (CEA), Mons. Oscar Ojea, expresó que van llenos del “ardor misionero” de Jesús.
Los seis enviados participan en el proyecto “Iglesia argentina, Amazonía es tu misión” que se desarrolla en el Vicariato de Puerto Maldonado, selva sur del Perú, y es organizado por las Obras Misionales Pontificias Argentina con el apoyo de la CEA.
El matrimonio Alejandra Aqueveque y Néstor Castro, Claudia Novarino, la hermana Sara Dalzotto, Flavia Cuadro y María Celeste Peryra son los misioneros que participaron en la Misa de envío celebrada en la Catedral de Buenos Aires el 24 de abril.
Ellos se suman a la hermana Mayra Monsalve y al P. Juan Manuel Ortiz de Rozas, misioneros enviados el 3 de abril a la comunidad de Chirumpiari y de Mantaro, respectivamente.
En su homilía, Mons. Ojea expresó que Cristo fue “llamado y ungido por el Espíritu para la misión. Y a lo largo de su vida, Jesús no tendrá ojos sino para esta misión, su ardor misionero lo hará llegar hasta sentir en los flecos de su manto la necesidad del pueblo al que ha sido enviado”.
En ese sentido, dijo que los misioneros han “vivido un encuentro profundo con Jesucristo y eso hizo posible que el Señor le contagiara a cada uno su ardor misionero”.
Mons. Ojea explicó que la Conferencia General en Aparecida (Brasil) enseña “que la vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y en la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la propia orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás, cruzando a la otra orilla”, afirmó.
“Nosotros vamos con ustedes, llévennos. Tienen todo el respaldo de la comunidad de la Iglesia argentina, que también quiere enriquecerse con ustedes, porque sabemos que al enviar misioneros, obtenemos una enorme riqueza para nuestras diócesis y para nuestras Iglesias particulares. Llévennos con ustedes, nosotros vamos a estar con ustedes, siéntannos muy cerca”, exhortó el presidente de la CEA.
Ocho misioneros en la Amazonía del Perú
A la comunidad Mantaro fueron destinados Claudia Novarino, de 44 años, oriunda de la Diócesis de Río Cuarto y es enfermera con 25 años de trayectoria en hospitales públicos.
Ha sido misionera en ocasiones anteriores en Bolivia y parte de Perú y destaca por su labor pastoral en el ministerio de música, catequesis, embarazadas y primera infancia, entre otros.
También forma parte del equipo María Celeste Pereyra, de 49 años. Es trabajadora social con experiencia en pastoral aborigen y de adicciones e integrante de la fraternidad misionera de la Diócesis de San Roque.
Coordina un centro de integración familiar y es misionera permanente en el Chaco argentino, animando las comunidades y acompañando a jóvenes y niños aborígenes Wichi.
Otra misionera es la hermana Sara Rosa Dalzotto del Instituto Terceras Mercedarias del Niño Jesús. Tiene 74 años de edad y es maestra para la enseñanza primaria y profesora de Filosofía y Pedagogía. Realiza trabajos de animación educativa y acompañamiento a equipos de conducción y de animación pastoral educativa hasta el presente.
Ellas se suman al P. Ortiz de 43 años de edad que fue enviado el pasado 3 de abril.
El sacerdote pertenece a la Diócesis de San Isidro hace 12 años y se ha desempeñado como párroco en barrios del Gran Buenos Aires y participa activamente en la pastoral de Adicciones de la Diócesis y en la Comisión Nacional de Drogadependencia.
Ha participado en diferentes misiones en las provincias de Buenos Aires, Neuquén, Catamarca, Salta, Corrientes y Chubut, y en febrero de 2017 visitó Yurimaguas, en la selva del Perú.
A la comunidad de Chirumpiari se dirigen el matrimonio de Alejandra Aqueveque y Néstor Castro, delegados de Familias Misioneras.
Néstor Castro tiene 49 años y es técnico en construcción. Alejandra Aqueveque tiene 48 años y es profesora de educación inicial con postítulo en gestión y conducción educativa.
Ambos se han formado en trabajos y organización de misiones en Argentina y Angola, han sido catequistas de iniciación y confirmación, profesores de formación cristiana en escuelas católicas privadas y coordinadores de grupos misioneros y de jóvenes, entre otros.
Tienen experiencia en misiones de verano en distintas provincias de Argentina. Estuvieron durante un año de misión en zonas rurales de Angola.
También se suma Flavia Cuadro de 49 años, oriunda de la Arquidiócesis de Córdoba. Es madre de familia, catequista, profesora, estudió psicopedagogía y posee formación en asistencia a la víctima del delito, familias ensambladas y divorcio, prevención de riesgos y emergencias.
Tiene 35 años de experiencia en pastoral con grupos y familias misioneros, estudió misionología y formó parte de la Infancia y Adolescencia Misionera.
Ellos se suman al equipo de la hermana Mayra Monsalve, enviada el pasado 3 de abril. La religiosa tiene 43 años de edad y es miembro de la Congregación de las Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas.
Además es profesora de Ciencias Sagradas, trabajó en la coordinación y animación en la Pastoral Educativa, integró el equipo de Animación Misionera en la congregación, del movimiento misionero Piedras Vivas junto a niños, jóvenes, universitarios y adultos en Córdoba, Río Cuarto, Buenos Aires, Villa María, Villa Nueva y Chile.
La hermana Monsalve realizó acompañamiento espiritual y asistencial en hogares de menores en centros de rehabilitación, junto a mujeres y adultos mayores talleres de espiritualidad y música entre otros.
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