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Abuja – “¡Somos sacerdotes, no terroristas!”, “el gobierno debería proteger a los nigerianos”, “se debe hacer justicia” o “¿todavía tenemos un gobierno?”, son algunas de las proclamas escritas en las pancartas que portaban los cientos de sacerdotes que llegaron de todas partes de Nigeria para asistir al funeral del padre Vitus Borogo, asesinado el 25 de junio en Kaduna . En su homilía, el arzobispo de Kaduna, monseñor Matthew Man-oso Ndagoso, lamentó la creciente inestabilidad en el país y subrayó que los nigerianos viven con el temor constante de ser víctimas de hechos violentos, mientras que el gobierno federal parece incapaz de abordar la cuestión. Para monseñor Ndagoso los nigerianos están prisioneros en su propio país debido a la violencia incesante. El arzobispo de Kaduna expresó su dolor por el hecho de que en un año su comunidad haya…