(ZENIT Noticias – Porta Luz & Trwajciewmilosci / Passau, 05.12.2023).- El padre de Enrique (Quique) lo abandonó cuando tenía tres años, quedando solo junto a su madre y algunos otros miembros de la familia materna; liderados por su abuelo, un hombre osco que imponía el orden o desahogaba sus frustraciones agrediendo compulsivamente. Toda la familia eran testigos de Jehová y el abuelo se encargaba con mano firme de que acudieran a las reuniones de oración, estudios y lectura de su biblia.
Quique -cuyo apellido no mencionamos por respetar su petición de anonimato- vivía cada día con miedo y Dios parecía demasiado lejano a lo que él padecía allí en México. «Cuando era apaleado por mi abuelo, le pedía a Dios que provocara un milagro y que mi padre viniera a defenderme. Por desgracia, esto nunca ocurrió y así se afectó negativamente mi relación con Dios. Al cumplir 16…
Autor: Redacción Zenit

Continuar leyendo en: es.zenit.org
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
Los beneficios de la oración
“Más que nada, la oración te permite echar un vistazo a tu interior y alinearlo con el corazón de Dios. La oración no es un monólogo en el cual nos…



















