Autor: ReL
Greg viene de una familia de músicos, y con 24 años montó su primer negocio, un salón de baile.
A la desesperada
“El fin de semana de la apertura funcionó muy bien, un auténtico éxito”, cuenta a Découvrir Dieu: “Pero, por desgracia, poco tiempo después empezó una avalancha de problemas: es largo de explicar, pero los hubo políticos, administrativos, financieros que daban lugar a problemas judiciales… En pocos meses me encontraba en una situación que consideraba desesperada. En la adversidad, comprendí que no había solución humana. Así que me dirigí a Dios”.
Greg no tenía práctica religiosa. Le habían bautizado y había hecho la Primera Comunión, pero en la adolescencia se había alejado de la Iglesia: “No me interesaba, no iba conmigo. Pese a todo, yo me hacía preguntas”. Y en aquella situación desesperada que exigía una solución que no encontraba, se acordó de un tío-abuelo suyo,…