Autor: Miguel Ángel Irigaray Soto
El Consejo de Ministros acaba de aprobar la nueva ley del aborto, que permitirá abortar a niñas de 16 años sin el consentimiento de sus padres. Si la aceptación social del aborto, incluso como un «derecho» de la madre, es una cuestión lacerante, esto le añade, sin duda, un plus de perversión. No se puede votar con menos de 18 años, no se pueden ejercer muchos derechos civiles siendo menores de edad, pero se puede tomar una decisión tan trascendente como eliminar al ser indefenso en el seno de una madre sin la madurez ni la edad requerida para otros actos. Es un paso más en esa visión totalitaria de que los hijos no son de sus padres.
Lo incomprensible es que la izquierda, con la colaboración u omisión de cierta derecha acomplejada y cobarde, no da otra opción a las madres en dificultad que el aborto. Nada de ayudas, nada de acogida, nada de apoyo, ninguna alternativa. Cuando se han…