Muchos años atrás Nuestra Señora del Buen Suceso describió las catastróficas profecías sobre los siglos XIX y XX, profecías que hoy se están cumpliendo con exactitud.
Cuando se dice que el tiempo de Dios es perfecto, es más cierto de lo que muchas personas piensan. Muchos años atrás Nuestra Señora del Buen Suceso describió las catastróficas profecías sobre los siglos XIX y XX, que incluían herejías y sectas como parte de los eventos que se avecinaban, cada uno con el poder suficiente como para extenderse en todos los ambientes, incluyendo el templo y el hogar.
¿Quién es Nuestra Señora del Buen Suceso?
Nuestra Señora del Buen Suceso, también conocida como Nuestra Señora de los Buenos Eventos, no es más que uno de los tantos títulos que tiene nuestra querida Santísima Virgen María. No obstante, es un nombre que se utiliza en diferentes imágenes alrededor de todo el mundo, incluidos países como Ecuador, Filipinas y España.
Nuestra Señora del Buen Suceso hizo su primera aparición en Quito para anunciar terribles noticias y el triunfo final de la Santa Iglesia, profecías que hoy día poco a poco se están cumpliendo.
1.- Las herejías
Según la profecía de Nuestra Señora de los Buenos sucesos, al terminar el siglo XIX, y durante gran parte del siglo XX, en las tierras del mundo reinarían varias herejías. Sin embargo, en línea con las revelaciones hechas por la Providencia a San Antonio María Claret, este santo indicaba que el Señor le reveló, que grandes castigos se avecinaban, lo cuales tendrían el nombre de: protestantismo y el comunismo.
Lamentablemente estos dos castigos tendrían una repercusión universal, y posteriormente se vería involucrada la iglesia en una serie de terribles errores doctrinales y una infiltración de la iglesia católica.
2.- Los niños son el objetivo de Satanás
En esta segunda profecía, Satanás reinaría cada vez más y tanto las mujeres como los niños cederían ante su maldad. Satanás tendrá puesto el ojo en la infancia, por lo que la mayoría de los niños difícilmente recibirán el Sacramento del Bautismo, la Comunión y la Confirmación. Por su parte, la profecía también advierte que estos solo se confesaran y se arrepentirán falsamente de sus pecados mientras vayan a la escuela católica, institución que el demonio también querrá destruir.
3.-La desaparición de la virginidad
La atmósfera estaría tan repleta de impurezas que las mujeres sucumbirían fácilmente ante el pecado, tanto que el mundo ya no habrá más almas vírgenes. El libertinaje será tanto que la delicada flor de la virginidad se verá perdida y amenazada sin que a hombres y mujeres les importe.
4.- Divorcio, concubinato, bastardos, educación laica.
El matrimonio ya no importará, por lo que esa unión con Cristo ante la iglesia será profanada de tal manera que se promulgarán leyes para acabar con este, como lo es el divorcio. Por su parte, existirá la generación de los hijos mal nacidos y no bendecidos, que al final recibirán una educación laica y sin interés en las vocaciones sacerdotales y religiosas.
5.- Lucha contra los Sacramentos
En la profecía también destaca la lucha contra los sacramentos, los cuales serán oprimidos, atacados y despreciados, obligando a las personas a perder la fe y cometer diferentes sacrilegios en público y a puerta cerrada.
6.- La Eucaristía profanada
Las hostias sagradas serán robadas de los templos, por los enemigos de Cristo, con el fin único de profanar el sacramento de la eucaristía, y hacer que las personas dejen de creer en la iglesia.
7.- Se perderá poco a poco Extremaunción
El espíritu cristiano será tan pobre y poco considerado, que las personas morirán sin recibir el Sacramento de la Extrema Unción. Culpa de las familias descuidadas, personas que solo querrán contrarias, el espíritu de la Iglesia Católica y el poco afecto que le tendrán a Cristo.
8.- Cuando todo esté perdido, la Santa Iglesia podrá triunfar
Después de las catástrofes, vendrá la calma. Tanto la Santísima Virgen, como la civilización cristiana prometen la victoria ante el mal. Aunque la mayoría esté cayendo ante los actos de Satán, siempre habrá un pequeño culto de la fe para volver a levantar la bandera de Cristo.
Ciertamente son numerosas las profecías que se están cumpliendo en la actualidad. Sin embargo, debemos confiar plenamente en Dios, solo de esta manera seremos libres y felices, pues en Amar a los demás le amamos a Él, y en el Amar a los demás, aun cuando es difícil, nos acercamos más a Dios y a una vida plena en el mundo.