Ayer, mientras escuchaba al cardenal Rouco Varela en el ISSEP —y vaya, qué delicia es oírle—, me vino a la mente una reflexión un tanto incómoda: ¿por qué esperamos siempre a que nuestros obispos y cardenales estén al borde de la jubilación o la irrelevancia para escuchar sus voces realmente audaces? ¿Acaso la valentía es un lujo reservado a quienes ya no tienen nada que arriesgar? Es como si el acto de ser obispo en activo conllevase una cláusula implícita: “Prohibido ser valiente hasta próximo aviso.”
Lo cierto es que si nos fijamos en la Iglesia de los primeros mil años, la situación era bastante distinta. Antes, el obispo era elegido entre sus propios sacerdotes y, curiosamente, eso le daba un nivel de libertad y autonomía que, visto desde hoy, parece utópico. ¡Imaginen! Un obispo que responde a su comunidad en vez de preocuparse por si en Roma han…
Autor: Jaime Gurpegui
Las profecías de León XIII y su exhortación a rezar el rosario
El Papa León XIII escribió en muchas de sus encíclicas, entre ellas una que cumplió 130 años el pasado 22 de septiembre, Octobri mense, la importancia de rezar el Santo Rosario…
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
Existencia de DIOS: 16 Pruebas irrefutables (e innegables)
Recopilación de 16 pruebas empíricas y científicas de la existencia de Dios. ¿Existe Dios? ¿todo ha sido creado por casualidad? La existencia de un Creador es un tema del que…