En la madrugada del 30 de mayo de 1431, el obispo Cauchon fue a la prisión donde estaba recluida Santa Juana de Arco y le dijo: “¡Puedes ver que tus voces eran falsas porque no vinieron a salvarte de nuestras manos!”
Redacción (13/11/2024 11:25, Gaudium Press) Mientras Jesús estaba en la Cruz, los príncipes de los sacerdotes y los escribas gritaron: “A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse”. (Mt 27, 42). El obispo Cauchon fue a la prisión donde estaba Santa Juana de Arco y le dijo: “¡Puedes ver que tus voces eran falsas porque no vinieron a salvarte de nuestras manos!” Es otra similitud más con lo que le sucedió a Jesús.
A las ocho horas, Santa Juana de Arco fue llevada en una carreta a la plaza del Mercado Viejo de Ruan, donde se dispuso leña para la hoguera. Mientras el vehículo circulaba, dos sacerdotes hicieron múltiples intentos para que ella…
Autor: Saul Castilblanco Mosos
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