Las altas esferas europeas están en shock desde el discurso que el 14 de febrero pronunció en Múnich el vicepresidente de los Estados Unidos, J.D. Vance, en la reunión sobre seguridad entre los países occidentales. Fue un varapalo sin precedentes. De un lado se refirió a aspectos geoestratégicos como el incremento de los recursos destinados a Defensa y el fin de la guerra de Ucrania, en la que los norteamericanos se postulan como interlocutores con Rusia dejando de lado Europa y a la propia Ucrania. De otro, el discurso tuvo un contenido ideológico profundo, poniendo en evidencia el quebranto de la libertad religiosa, especialmente para los cristianos que incluso son condenados a multas o prisión simplemente por rezar contra el aborto, o limitaciones en la libertad de expresión en la línea woke, y el desprecio de la democracia como ocurrió en Rumanía anulando unas…… Continuar leyendo
Autor: Daniel Arasa
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