Como viene siendo tradición de unos años para acá, el Papa Francisco presidió este domingo una Eucaristía desde la Basílica de San Pedro por la Jornada Mundial de los Pobres. En los primeros bancos del templo se situaron decenas de personas sin hogar.
«En esta Jornada Mundial de los Pobres, detengámonos precisamente en estas dos realidades: angustia y esperanza. Realidades que siempre están combatiendo dentro de nuestro corazón. Primero la angustia. Es un sentimiento extendido en nuestra época, donde la comunicación social amplifica los problemas y las heridas, haciendo que el mundo sea más inseguro y el futuro más incierto», comenzó diciendo el Papa.
Alarga nuestra mirada
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Autor: ReL
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