De vez en cuando conviene mirar y repasar la Parábola del Trigo y la Cizaña. Mediante las parábolas, Cristo nos enseña sobre cuestiones que sobrepasan el entendimiento humano. Nos señala un modelo que nos permite mirar más alto y con más claridad. Esto es especialmente interesante para el momento que vivimos. Un momento lleno de ruido comunicativo, división y recelos internos dentro de la misma Iglesia.
En la parábolas se describe una realidad natural y evidente, pero se enlaza con un profundo simbolismo. Podemos analizar el simbolismo del trigo y la cizaña, donde el trigo representa un aspecto de la naturaleza humana y la cizaña otro aspecto que contraviene el plan de Dios. ¿Qué hacer cuando esto ocurre?
Esta parábola nos habla de forma paralela de dos virtudes: paciencia y esperanza. Ante lo que no se debe luchar, debemos rogar a Dios que nos llene de paciencia y…
Autor: La divina proporción
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